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El prolapso de los órganos pélvicos consiste en el debilitamiento o elongación de la estructura interna que soporta órganos como la vejiga, recto, intestinos y útero. Estos órganos, descienden de su posición normal y se salen (prolapsan) por la vagina, generando dolor pélvico y afectando la función sexual, urinaria o de defecación. Los síntomas más frecuentes que hacen sospechar un prolapso son la sensación de masa o “bola” que protruye por la vagina (más frecuentemente cuando están paradas o con la deambulación) y en ocasiones puede además acompañarse de incontinencia urinaria y/o fecal. Existen varios tratamientos para corregir el prolapso como cirugías abdominales o vaginales. Se puede hacer soporte de estas estructuras a puntos especiales del mismo cuerpo o utilizar mallas. Ginecóloga María Mercedes Gómez Medellín, contáctame